Suena el despertador, me doy una ducha ( yo me ducho todos los días, me haga falta o no me haga falta). busco en un cajón mi mejor camiseta, o sea la que tiene menos de 100 lavados. La misión de hoy es retratar al Director General de Hermés, que para quien no lo sepa es una marca tan pija que ni siquiera los chinos la piratean. Llego a la puerta de la tienda, en Ortega y Gasset. Hay un tío grandísimo en la puerta cuya única misión es abrirla y cerrarla, le saludo y me mira de arriba a abajo, mi nariz llega a la altura de una placa que tiene en el pecho en la que pone "Hermés", por la chulería que se gasta se ha debido creer que es su apellido, le digo a lo que vengo y muy amablemente me indica. Recorro toda la tienda bajo la atenta mirada de las dependientas (no hay ni dios. maldita crisis), hasta encontrarme con mi víctima, un tipo encantador y mucho mejor vestido que yo. La foto no tiene mas misterio, busqué un rincón , lo senté, le disparé y salí corriendo a ver si la grúa no se había llevado mi coche.
PD. Se me olvidó decirle que la semana pasada retraté a la familia Ruiz Mateos y me regalaron Bombones...Trapa.
1 comentario:
muy pijo el señor, pero se le ven los pelillos de la pierna... ese calcetín por Dios, que es usted el señor Hermes
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